¿Alguna vez te han regalado un ramo de rosas que te ha dado mucha pena tirar al cabo de unos días? Eso nos pasa cuando recibimos rosas por parte de personas importantes para nosotros. Y más aún si se trató de una ocasión muy especial.

Pues lo de tirar las rosas se acabó. En esta entrada te explicaremos la manera de conservar para siempre un recuerdo de ese ramo tan bonito. Y ¿cómo lo haremos? Pues tan fácil como secando las rosas. Y para hacerlo existen dos métodos muy sencillos. 

El primer método lo llevaremos a cabo si lo que queremos es conservar la rosa en su forma original: con el tallo y sus hojas. Antes que nada tenéis que saber que las flores se acaban pudriendo debido al agua que contienen. Por lo tanto, tenemos que secar las rosas antes de que lleguen a ese punto. El momento ideal es antes de que pasen 5 días desde que recibiste tus flores, ya que de esa manera serán lo más fieles a su forma fresca original. 

Lo que haremos será deshacer el ramo y, con cuidado, sacar las rosas sin romper sus hojas. Para ello cortaremos todos lo hilos que mantienen las flores juntas y abriremos el ramo en canal con la ayuda de las manos. Una vez separadas todas las rosas, las colgaremos boca abajo desde el extremo de su tallo. Esto lo podemos hacer con pinzas o con hilo. El espacio perfecto para hacerlo es un sitio seco y con poca luz. 

Al cabo de unos días tus rosas ya estarán secas y gozarán del don de la inmortalidad.

El segundo método lo llevaremos a cabo si lo que queremos es conservar únicamente los pétalos de nuestras rosas. Para hacerlo arrancaremos con cuidado todos los pétalos que queramos desde la base del capullo de la flor, ya que así no se romperá el pétalo. En este método no hace falta desmontar el ramo, pero lo que es importante es que el momento de la extracción sea el mismo que en el primer método: unos 5 días después de recibir las flores. 

Una vez que tengamos todos los pétalos, los introduciremos dentro de algún libro de papel poroso que tengamos (nada de libros de texto de colegio). Lo que haremos será colocar los pétalos entre las diferentes páginas del libro. No os preocupéis que los pétalos no tiñen si no están rotos. Pero por si acaso utilizad algún libro que no sea demasiado importante para vosotros. 

Al cabo de unos días vuestros pétalos ya estarán secos, planos y gozarán del don de la inmortalidad.

Esperamos que os haya sido útil esta entrada y digáis adiós a tirar un recuerdo tan bonito como una rosa. 

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